La activa asociación Cercle Obert nos envía este texto sobre el Casino del Americano, en Benicalap, elemento que no está en el inventario de la Dirección General de Patrimonio. Reproducimos dicho texto por su interés:
CASINO DEL AMERICANO, siglo XIX, también “Huerto de Burriel”.
Muestra de mansión de verano de los burgueses acomodados de Valencia que se construyeron a finales del siglo XIX y comienzos del XX en las poblaciones más próximas a la capital como Benicalap, Burjassot, Godella… siguiendo la línea ferroviaria, medio de comunicación que favoreció las segundas residencias. Su finalidad era la de proporcionar tranquilidad a los “señoritos” que buscaban el aire puro y la naturaleza de la huerta. Estas segundas residencias adoptarán varias morfologías según su emplazamiento o la riqueza de los propietarios. Tenemos el modelo de chalé, como los existentes al lado de la desaparecida estación de Benicalap o la avenida de Burjassot, más o menos integrados dentro del pueblo, pero siempre próximos a las estaciones; el modelo de gran casa urbana de varías alturas con jardín o patio y, por último, el modelo palacete o mansión, como es el caso del Casino del Americano entre otros, que consistían en una gran casa de esparcimiento rodeada por una gran parcela dedicada a jardín y protegida por una cerca. Solían estar un poco separadas de los núcleos de la población, aunque el crecimiento urbano las ha absorbido. La diferencia entre los últimos dos tipos podría desdibujarse en algunos casos pero no en el caso del Huerto de Burriel, que presenta una morfología típica de palacio.
Tenemos muy pocas noticias sobre esta construcción. Los más viejos de Benicalap, nacidos a principios de la década de 1920, no recuerdan más que a alguna familia de extranjeros que vivían en una casa aparte, pero no saben nada de los propietarios. En las guías de Valencia, se le conoce como el Huerto de Burriel, aunque los vecinos más antiguos le nombran el Casino del Americano, tal vez porque fue construida por un indiano.
El edificio está protegido, sin embargo, el total estado de abandono en que se encuentra y por estar actualmente «ocupado» previenen de su total pérdida.
Tenemos muy pocas noticias sobre esta construcción. Los más viejos de Benicalap, nacidos a principios de la década de 1920, no recuerdan más que a alguna familia de extranjeros que vivían en una casa aparte, pero no saben nada de los propietarios. En las guías de Valencia, se le conoce como el Huerto de Burriel, aunque los vecinos más antiguos le nombran el Casino del Americano, tal vez porque fue construida por un indiano.
El edificio está protegido, sin embargo, el total estado de abandono en que se encuentra y por estar actualmente «ocupado» previenen de su total pérdida.
Desde el año 2009 es propiedad del Ayuntamiento de Valencia, gracias a las presiones realizadas por nuestra entidad.
Texto: Cercle Obert de Benicalap
Junto a esta foto que nos envían para ilustrar el artículo sobre el Casino del Americano, hemos querido añadir este pequeño texto, a cargo de Iván Esbrí, sobre el antiguo Apeadero de Benicalap:
El Baixador de Benicalap va ser inagurat el 12 de març de 1944 i prestava servei a les primitives línies de València a Llíria i Bétera del Trenet. Era d’un disseny molt senzill: planta rectangular amb sotre a un aigua i teula àrab pel que respecta a la porxada amb bancs correguts d’obra, a la qual s’accedia per mig d’un parell d’escalons, i planta rodona, baix -on estaven les taquilles-, primer pis -on es situaven el comandaments del pas a nivell i sostre a sis aigües amb teula àrab pel que fa a la torreta. Les andanes es situaven paral·leles a les víes, marcant la lleugera corva que hi fan, mentrés que l’Estacioneta quedava recta a l’Avinguda Burjassot.
A la foto la tenim retratada als últims anys de servei (1988-89), amb FGV ja gestionant els ferrocarrils de via estreta valencians, en un estat molt deixat de conservació, a l’antiga L4 Ademuz-Pont de Fusta-El Grau (fruït de la fusió de la vella línia del Grau amb el tram deixat per les línies de Llíria i Bétera arrel el seu soterrament i reconversió en Metro en octubre de 1988). També vegem una de les 10 composicions sèrie 3400 «Belga» assignades en la L4, prestant també els seues darrers serveis.
L’Estació de Benicalap va ser tombada, com un bon nombre d’estacionetes del Trenet, en febrer de 1990, un mes després de tancar-se la L4 per iniciar les obres de l’actual tramvia, un fet incorregible del què hui s’hauríem de penedir perquè, el Baixador, ara podia haver estat perfectament integrat a la plaçeta que hi ha al seu lloc. L’actual parada de Benicalap (exMondúver) del tramvia es troba tot just a l’altra banda del pas a nivell, junt La Ceramo.
Si algú vol veure un edifici similar a aquest desapergut, pot anar als Baixadors de Fuente del Jarro, Font Almaguer, Carolines, Sant Isidre (no l’actual sinó un que queda dintre dels terrenys dels Tallers de València Sud de la L1) o a la Torreta de Guardabarreres de Godella, recentment declarada Bé de Rellevància Local.
A la foto la tenim retratada als últims anys de servei (1988-89), amb FGV ja gestionant els ferrocarrils de via estreta valencians, en un estat molt deixat de conservació, a l’antiga L4 Ademuz-Pont de Fusta-El Grau (fruït de la fusió de la vella línia del Grau amb el tram deixat per les línies de Llíria i Bétera arrel el seu soterrament i reconversió en Metro en octubre de 1988). També vegem una de les 10 composicions sèrie 3400 «Belga» assignades en la L4, prestant també els seues darrers serveis.
L’Estació de Benicalap va ser tombada, com un bon nombre d’estacionetes del Trenet, en febrer de 1990, un mes després de tancar-se la L4 per iniciar les obres de l’actual tramvia, un fet incorregible del què hui s’hauríem de penedir perquè, el Baixador, ara podia haver estat perfectament integrat a la plaçeta que hi ha al seu lloc. L’actual parada de Benicalap (exMondúver) del tramvia es troba tot just a l’altra banda del pas a nivell, junt La Ceramo.
Si algú vol veure un edifici similar a aquest desapergut, pot anar als Baixadors de Fuente del Jarro, Font Almaguer, Carolines, Sant Isidre (no l’actual sinó un que queda dintre dels terrenys dels Tallers de València Sud de la L1) o a la Torreta de Guardabarreres de Godella, recentment declarada Bé de Rellevància Local.
Fonts:
-Foto: Cercle Obert.
-ALCAIDE, R. (1998): El Trenet de València, ed. Lluís Prieto, Barcelona.
Magníficas puntualizaciones… Algo sabíamos al respecto, pero los datos que apunta Ana son ciertos, aunque no tenemos la documentación y nos encantaría disponer de ella para así evitar confusiones que siguen circulando de manera irresponsable.
Gracias por las reflexiones aportadas.
El trabajo sobre el casino del americano se ha publicado en el tomo LXXXVII (2011) del Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura bajo el título: «El Casino del Americano y el Palacete de Pescara: villas indianas en la ciudad de Valencia», por Ana Mª Reig Ferrer.
Gracias Ana, lo tendremos en cuenta!!!
La Quinta de Nuestra Señora de las Mercedes, situada en Benicalap, entre el parque y la ronda norte, es el nombre que recibía la finca de recreo de una rica familia procedente de América, de ahí el nombre de Casino del Americano.
En 1868 compraban cerca de 30.000 m2 de huerta reservándose una parte para construir una casa de campo rodeada de jardines. Las obras de la casa de recreo o casino acabaron en 1869, fecha que estuvo inscrita en la misma fachada del edificio y que actualmente queda el círculo de lo que fue en su día un rosetón. En 1880 vendieron a Facundo Burriel una parte de las huertas de la finca, la parte norte, donde construyó su propio chalet. El hecho de que la propiedad de Burriel y el Casino estuvieran juntas ha hecho que a lo largo de la historia más reciente los nombres de Huerto de Burriel y Casino del Americano se confundieran.
Existe un interesante estudio sobre el edificio, la familia propietaria y el artífice de su construcción pero aún no ha sido publicado.
No hay que confundir el Casino del Americano con el Huerto de Burriel, son dos propiedades distintas aunque en un momento ambas pertenecían a la Quinta de Nuestra Señora de las Mercedes, nombre que recibía la finca construida para una rica familia procedente de América, de ahí el nombre de Casino del Americano.
Una parte de la finca estaba reservada para casa recreo rodeada de espléndidos jardines, obra concluida en 1869. Veinte años despues, en 1880, la parte norte de la finca fue vendida a Facundo Burriel quien edificó en ella un chalet. Existiendo dos propiedades con sendos edificios.
Existe un interesante estudio sobre esta propiedad, la familia propietaria y el artífice de la construcción pero aún no está publicado.