Empezamos el año con buenas noticias para el patrimonio, publicado hoy en el periódico Las Provincias:
El alcalde de la localidad cree que el derribo fue un atentado contra el patrimonio industrial y exigirá que se ejecute la orden de Conselleria

Fotografía de achivo de la chimenea demolida en Albal. :: LP
Hace aproximadamente un año, la chimenea de la antigua fábrica de ladrillos de Albal desapareció. Los propietarios de los terrenos, la antigua fábrica de ladrillos, lo demolieron de un día para otro. El Ayuntamiento de la localidad protestó por entender que era «un atentado contra el patrimonio de la localidad», según dijo su alcalde, Ramón Marí, y lo puso en conocimiento de la Conselleria de Cultura, que ahora ha resuelto el expediente informativo que obliga a la Agrupación de Interés Urbanístico a reconstruirlo en su totalidad.
El derribo acabó con este vestigio del pasado industrial de la localidad, considerado como Bien de Relevancia Cultural. Ni siquiera el Ayuntamiento tuvo constancia de la intención de la agrupación de demolerla. Las razones esgrimidas para ello fueron que «había peligro de derrumbe y que los días de viento se tambaleaba». No obstante, días antes ni se había acotado el perímetro de la chimenea, a pesar de que las obras de urbanización de la zona ya habían comenzado, ni se había comunicado al Consistorio. La intención del Ayuntamiento era precisamente planificar una de las rotondas de esta zona, donde se iban a construir nuevas viviendas, justo en el lugar donde estaba ubicada la chimenea y para su rehabilitación el proyecto contemplaba una partida de 35.000 euros. A pesar de todo ello, la única chimenea de Albal desapareció de la vista de todos.
Ahora la Conselleria, además de su reconstrucción total, reclama a los propietarios un estudio histórico de la edificación así como un informe técnico que permita dejar la chimenea tal y como estaba antes de su demolición. Una cuestión difícil de conseguir dado que cada una responde a unas características propias dependiendo de su constructor, como determina en un estudio Gracia López, profesora de arquitectura de la Universidad Politécnica de Valencia, que ha realizado una tesis sobre estas edificaciones industriales.
Para los antiguos propietarios, la familia Cánovas, tampoco será lo mismo. «No será la misma chimenea que construyó nuestra familia», explican. «Todo hubiera sido más fácil si hubieran preguntado sobre la importancia de la chimenea antes de tomar una decisión así», llegaron a decir ayer.
El alcalde de la localidad, por su parte, se mostró satisfecho por la decisión de la Conselleria y aseguró que va a exigir a los propietarios que ejecuten la orden que obliga a reconstruir el ‘fumeral’.
La fábrica de ladrillo, fundada por Pascual Cánovas Benaú, y por ende la chimenea, datan del año 1927, aunque los primeros documentos escritos son del 29. Su edificación corrió cargo de un constructor de Paiporta. En los años 80 se reforzó su estructura con unos anillos. Años más tarde comenzó el declive de esta industria y las nuevas técnicas se impusieron en las fábricas de ladrillos desterrando las chimeneas. No obstante, su imponente figura seguía dominando el horizonte.
Estas chimeneas forman parte del pasado industrial de la comarca y están presentes en localidades como Aldaia, Torrent, Quart, Catarroja, Manises o Paiporta.
Gracias por nombrarme. Aun no tengo acabada la tesis, pero la terminaré. Si alguno más sabe de noticias de chimeneas, de construcores de las mismas o algo relacionado con ello que se ponga en comunicación conmigo.
glopez@csa.upv.es
Valore molt positivament la sentència. Deuria establir un precedent i exemple a seguir per evitar la destrucció del patrimoni industrial que patim cada dia.
Tan de bo tinguerem en Alcoi un Ajuntament que actuara d’aquesta manera tan exemplar.