Noticia de hoy publicada en Levante-EMV:
Alborch asegura que Barberá se ha dedicado a hacer operaciones de maquillaje en el patrimonio
H. GARCÍA VALENCIA El nuevo catálogo de bienes protegidos urbanos y rurales incluido en la revisión del Plan General de Ordenación Urbana del Ayuntamiento de Valencia olvida y devalúa piezas fundamentales del patrimonio histórico. Así lo recogen al menos las alegaciones que presentó ayer el grupo socialista al citado documento, en fase de exposición al público.
El PSPV llamó ayer la atención sobre «olvidos» inexplicables en el catálogo, como el Asilo de la Lactancia, uno de los edificios construidos a raíz de la Exposición Regional, o los puentes históricos que (salvo el del Mar) no figuran con protección específica en el catálogo. Los puentes de San José, Serranos, Trinidad y Real gozan de máxima protección por estar incluidos en el entorno Bien de Interés Cultural del centro histórico, si bien el PSPV reclama que una protección específica, al menos como Bien de Relevancia Local (el escalón inferior al BIC), para estas construcciones.
La oposición reclama que se incluya como BRL el núcleo histórico del Grao y el del Cabanyal, los únicos que no se catalogan como tal -aunque una parte de este último, la que está afectada por los derribos de la prolongación de Blasco Ibáñez, está declarada Bien de Interés Cultural-. En el Cabanyal, los socialistas proponen que sea BRL la centenaria lonja de los Pescadores, uno de los edificios en el punto de mira de la prolongación que Rita Barberá se comprometió a trasladar piedra a piedra. La lonja tenía protección monumental en el plan especial del Paseo Marítimo de 1991 pero más tarde se descatologó.
Para la portavoz del PSPV, Carmen Alborch, el gobierno del PP se ha dedicado a hacer «operaciones de maquillaje» en el patrimonio histórico y criticó su falta de sensibilidad en este sentido porque «el único catálogo de bienes protegidos en vigor data de 1988».
El concejal de su grupo Juan Soto fue más lejos y acusó al PP de «anteponer los intereses urbanísticos a los del patrimonio histórico». Citó como ejemplo, las operaciones de la Lanera, la Tabacalera, la cárcel Modelo, la fábrica de la Ceramo y la de Bombas Gens que «se han vaciado de contenido para favorecer el interés urbanístico». El PSPV reclama que se proteja la totalidad de la Ceramo y de Bombas Gens y también que se eleve a categoría de BIC -una figura que somete cualquier actuación sobre el patrimonio a la tutela de la Conselleria de Cultura- los restos arqueológicos de la Almoina, la Gran Vía Marqués del Turia y el Jardín de Viveros.
El inventario, que todavía no ha recibido el visto bueno definitivo de la Conselleria de Cultura, amplía la protección al patrimonio vinculado a la huerta y cataloga por primera vez molinos, barracas y alquerías. El concejal socialista Vicente González Móstoles reconoció el trabajo de Miguel del Rey con el catálogo del patrimonio rural si bien llamó la atención sobre el estado ruinoso por el abandono de años de muchos de estos elementos. Los socialistas mostraron fotos de la alquería del Pi, apuntalada, y la del Moro, en no mucho mejor estado.
El catálogo, según recordó ayer el concejal de Urbanismo, Jorge Bellver, protege 256 bienes y espacios urbanos y rurales que el PGOU del PSPV no consideró patrimonio a conservar.
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