Nos tropezamos hoy en el periódico Las Provincias con la noticia que exponemos a continuación:
Mislata protegerá con un jardín su única chimenea industrial
He aquí un claro ejemplo de maltrato hacia el patrimonio industrial por parte, en esta ocasión, de las autoridades municipales de Mislata, si bien no son ni las primeras ni, desgraciadamente, serán las últimas en pretender «conservar» una chimenea como vestigio de unos bienes mal interpretados hasta la saciedad, precisamente porque continúan siendo esos grandes desconocidos. Ya se sabe que la ignorancia conduce a la no valoración y, en este caso, a la destrucción sin cargo de conciencia. Sin embargo, en los casos en que se conservan las chimeneas -nuestro paisaje está plagado de ellas, como testigos aislados y solitarios, partes mutiladas de algo que ya no tiene razón de ser porque simplemente no existe- parece que se trata precisamente de eso, de limpiar conciencias por no haber sabido ni tan siquiera documentar, que no ya conservar, el entorno, el contexto en que se ubicaba dicha chimenea. Porque ésta pertenecería a una estructura de algo mayor: ¿de qué?; ¿sería una fábrica?; en tal caso, ¿qué se produciría allí?; ¿cuál sería su nombre y cómo la conocería la gente del pueblo?; ¿quiénes serían sus dueños y en qué año la fundaron?; ¿en qué condiciones trabajaban los obreros?; ¿contaría con mano de obra infantil?; ¿todavía habrá gente viva que haya trabajado allí y que pueda, por tanto, poner algo de luz sobre estas cuestiones?… y así nos podríamos seguir planteando otros muchos aspectos que harían que este segmento de la Historia no se hubiera perdido.
Entendemos que no es posible conservarlo todo, pero sí creemos que al menos se deben documentar estos vestigios, de manera que no queden, de épocas tan recientes, tantos agujeros negros en nuestra memoria. Porque de eso se trata, de preservar la memoria colectiva, no de generar cementerios de elementos que han perdido su función primitiva y se han transformado en meros adornos con los que ornamentar nuestras calles.
La chimenea que se mantendrá en Mislata
Imagen Las Provincias
Pues no sé qué decirte. Hombre, leyendo los comentarios de los vecinos de Mislata a la noticia de Las Provincias, se deduce que están hartos de la fábrica porque se ve que está en el entorno de viviendas, un colegio… y les molestan los ruidos. En cualquier caso, habría que conocer el valor patrimonial que tiene, porque a lo mejor no presenta demasiado interés. A mi entender, la chimenea es de una estructura anterior que, lo más posible, es que fuera derribada en su momento para construir otra factoría nueva. Eso se ve si te fijas en la chimenea que hay al fondo, detrás de la antigua, que es moderna y convencional.
Hi ha una frase que m’han agrat:
«La intención del Consistorio es que la pieza arquitectónica quede contextualizada con la localidad». És a dir, contextualitzat en el poble però descontextualitzat en el seu ser (que possiblement és tan o més important que l’altra).
Per altre costat. Hi ha un conveni per no derrumbar la fàbrica. Això està bé! però la fàbrica continua funcionant… a vore si quan deixe de fer-ho, continua eixe conveni vigent, què n’opineu? jo dic que no.